Su nombre no se oyera muy conocido para muchas personas, tal vez para la mayoría no sea famoso, pero es una persona quien se dedicó a cumplir sus metas provenientes del corazón. Ernesto Vinicio Ramírez Porras es un hombre de 53 años, papá de una mujer y dos hombres nacidos en Guatemala. Don Vinicio es hijo de Doña Rosalbina Porras nacida en Zaragoza, Chimaltenango e hijo de Don Ernesto Porras nacido en la ciudad de Guatemala. Desde muy pequeño, Don Vinicio fue educado para ser un hombre de bien y le inculcaron valores positivos para ser siempre una mejor persona que mejora con el tiempo. En su juventud vivió una época difícil en Guatemala, ya que en aquellos años se estaba sufriendo el comienzo del Conflicto Armado, un conflicto entre la guerrilla y el Estado la cual dejó miles de personas muertas más que todo indígenas. Por lo tanto, Guatemala no era un país seguro tanto económicamente como socialmente. Sin embargo, Don Vinicio fue influenciado por sus mismos padres para estudiar algo que hiciera que ganara mucho dinero y que lo mantuviera ocupado para que no se perdiera en las drogas y en problemas con la situación de aquella época. Sus padres prácticamente lo obligaron a estudiar medicina en la Universidad de San Carlos en 1974, dos años antes del terremoto en el 76´. Estudió seis años la carrera de médico y cirujano y cuatro años se especializó en pediatría para después comenzar a trabajar en el departamento de maternidad en áreas rurales con ONG´s en los años 88´-90´. Todo el tiempo que Don Vinicio estudió medicina se sentía vacío por dentro, porque no lograba realizar su sueño que era ayudar a gente necesitada de una manera más satisfactoria que solamente recetando medicina o examinando.
Por los mismos deseos de no obedecer a sus padres y ayudar a las personas de una manera que a él le gustara, Don Vinicio decidió dejar su carrera a un lado, mientras que en aquel entonces eso no era bien visto, ya que la situación económica era difícil y nadie creía que él podía llegar a ser alguien sin la carrera de medicina. Buscó por dos años seguidos trabajo en donde podía ejercer su deseo de ayudar, sin embargo se lo negaban debido a que no tenía un título adecuado a lo quería realizar. Tuvo que pasar penas de dinero cuando no encontraba trabajos. En el año de 1992 mientras que en Guatemala había búsqueda de paz en el país, Don Vinicio ingreso a una la primera ONG sin la necesidad de ser médico, sino que su función era crear proyectos de desarrollo para las mujeres indígenas en las áreas marginadas. En 1996, Guatemala estaba firmando el fin de 30 años de Conflicto Armado en todo el país, mientras tanto, por primera vez en su vida, según lo que relató con lágrimas en los ojos, había sentido satisfacción personal rompió con el paradigma que la sociedad le había impuesto al obligarlo a ser alguien quien no quería ser. Pasaron los años y Don Vinicio trabajó de ONG en ONG ayudando a comunidades, sin embargo para lograr esto tuvo que sufrir el enojo de sus padres por dos años; ellos le dejaron de hablar, su familia no lo quería reconocer y perdió muchas oportunidades como doctor. Él nunca desistió de su proyecto de vida y logró con esfuerzo y derrotando barreras llegar al lugar al que pertenece ahorita.
Don Vinicio hoy en día es el gerente general de la ONG italiana Movimundo. Su trabajo principal es hacer propuestas de proyectos de desarrollo para áreas rurales y marginadas en Guatemala, éstas se proponen al gobierno en Italia y deciden si donan dinero o no para realizarse. Él debe de supervisar que los proyectos se realizan de manera correcta y sin alguna corrupción de dinero alguna. Con su sueño realizado, mi padre es un personaje que supo romper paradigmas de la sociedad, saltar barreras puestas por su propia familia y callar a las personas que algún día le negaron las puertas. Supo sacar adelante a una familia con ayuda claro está de mi madre.
miércoles, 2 de septiembre de 2009
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