Carolina Escobar Sarti columnista de Prensa Libre critica de manera poco piadosa los casos Rosenberg y Portillo; ella asume estos escándalos políticos como un botín para muchas personas, quienes, según ella, gozan de los escándalos como mercancía. Una crítica hacia Guatemala como país por encabezar las listas de escándalos políticos en lugar de prosperar. Sin piedad, Escobar critica y le echa la culpa a los medios de comunicación, quienes por naturaleza transforman la realidad de la visibilidad de los hechos. Según la columnista, los escándalos mediáticos son provocados adrede y se convierten en mercancía para los medios de comunicación así como para los enemigos de los protagonistas. Incluso los medios de comunicación alternativos como Twitter o Facebook son acusados por la columnista por formar parte del escándalo mediático. Llamando así al escándalo mediático una farsa, ya que solamente culpan al ladrón, en este caso, Portillo y no a los cómplices como los bancos que permitieron los depósitos.
No todo es malo en la crítica de la columnista, ya que felicita de manera directa a la CICIG por ¨desnudar las carencias de un sistema de justicia cooptado y débil. Carolina Escobar le falta a la ética en su columna, ya que critica sin más desear a los medios de comunicación de manera directa, generalizando y afirmando que todos los medios son culpables de crear el escándalo. Para ella los escándalos políticos se deben a los medios de comunicación tanto tradicionales como alternativos y esto les da una mercancía pública a los enemigos para alimentarse.